Lutero perdió la confianza en la autoridad pontificia y en muchas de sus instituciones luego de su viaje a Roma durante el pontificado del ambicioso Julio II. Allí observó el tráfico de indulgencias como un abuso que podría confundir a la gente y llevarla a confiar solamente en ellas, dejando de lado la confesión y el arrepentimiento verdadero. Martín Lutero terminó sublevándose contra el tráfico de las indulgencias, el celibato de los eclesiásticos, los votos monásticos y varios de los sacramentos.
Hoy, el Grupo Scout Martín Lutero, se encuentra en un contexto de expansión de una cultura donde lo ligth, los valores hedonistas, pugnan y hacen perder sustentabilidad a representaciones que guiaban el accionar de generaciones anteriores, motivándolo a sublevarse contra esta transmutación donde algunos valores pasaron a convertirse en disvalores y ciertos disvalores en valores, como es el caso de esfuerzo/ facilidad, ahorro/consumo.
Esta situación problematiza de manera novedosa la acción de instituciones como la escuela, la familia, el trabajo, el estado. En las generaciones anteriores el trabajo y la escuela se asociaban a un mundo de valores en el que el esfuerzo presente se vería compensado por un efectivo logro futuro. Al entrar en crisis cuestionan representaciones y certezas tanto de jóvenes como de adultos que comienzan a valorar de otra manera y a otorgar nuevos sentidos. Para comprender esta situación parece necesario analizarla teniendo en cuenta no sólo al trabajo y la escolarización sino también a la familia, los medios de comunicación y el marco general de las relaciones que mantienen con otras agencias productoras de subjetividades.
El Movimiento Scout es esperanzador ya que establece un sistema de valores basados en los principios espirituales, sociales y personales como los expresados en la Promesa y Ley Scout, la piedra fundamental del Método Scout: un compromiso personal (Promesa Scout) para hacer lo mejor para adherir a un código ético de comportamiento (Ley scout)
El Escultismo está basado en un sistema de valores. Expresado en los principios del Movimiento, normalmente sumarizados en tres categorías: deberes para con Dios, deberes para con los demás y deberes para consigo mismo.
Es una asociación preparada para dar respuesta a los continuos cambios que se van dando en la sociedad en forma vertiginosa, comprometida social y políticamente desde lo no partidario, planteándose seriamente la inserción social de cada uno de sus miembros, que trabaja mancomunadamente en el concierto de todos los sectores que conforman el tejido social.
Proporciona un espacio de tolerancia, de comprensión; inserto en el Plan de Dios.
“... sepan que están muy equivocados al tildarme de enemigo de la iglesia romana. No soy su enemigo sino que le profeso el más puro amor, así como también a la iglesia cristiana entera. Además, sé muy bien que algún día habré de morir, y cuando venga nuestro Señor Jesucristo tendré que rendir cuentas acerca de la verdad, si la callé o la publiqué, y en general tendré que dar cuenta acerca del talento que se me confió, ¡y pobre de mi si me llegase a juzgar por haberlo escondido! (Mt. 25:26-30). Enfurézcase quien quiera, con tal de que yo no sea hallado culpable de haber guardado un impío silencio; pues soy plenamente consciente de ser un deudor de la palabra divina, por grande que sea mi indignidad…” (Martín Lutero)